lunes, 29 de abril de 2013

 

"Memoria de un fin de semana en Sadirac"

Hora de salida: 
10:00, del viernes 26  desde la plaza del Ayuntamiento. 
Todos fuimos puntuales (cosa rara), pero ahí estábamos todos preparados para afrontar esos 538 Km que nos separan de nuestro municipio hermano, Sadirac, en Burdeos.
Lo que pasa, es que casi siempre hay algo que revisar, hay que parar a por algo, a dejar un papel o símplemente quedar en un punto para salir todos juntos.
Así que, a las 11:00 salímos desde el restaurante "Urogallo", rumbo, al fin, a nuestro municipio Francés.
El viaje se hace largo, pero entre algún chiste, la música, la conversación, y alguna que otra polémica en los peajes, llegamos a nuestro destino a eso de las 19:00, donde no tardan en recibirnos. 
Primeras fotos con el indicador de "Cabrales 538 Km" y rumbo a nuestro hotel.   


Llegamos y nos recibe el dueño, un señor serio (a primera vista), pero bastante amable, como poco después pudimos comprobar.


Reparto de las llaves, dejamos el equipaje en las habitaciones y, como buenos españoles, nos bajamos para el bar, donde comprobamos que la decoración es un tanto...digamos "peculiar". Nos tomamos algo esperando que llegue el resto de componentes del ayuntamiento de Sadirac y del Comité de Hermanamiento y poco después la cena.


Hambre no había mucha, ya que habíamos parado a comer muy tarde, pero uno no se puede ir a dormir con hambre, así que "a cenar". 
Primeros discursos de autoridades y una larga sobremesa en la que todos lo pasamos estupendamente, vamos, que nos reímos mucho (no sé por qué????).
Claro, y como es normal, al subir al hotel no podíamos irnos a la cama así, sin más....visita a la sala de televisión, registro exhaustivo de las plarnta, hasta que de repente, como por arte de mágia, todos nos fuimos a la cama sin rechistar y no se escuchó ni un sólo ruido más... (Qué raro!!! ¿Verdad?).
El sábado, a la hora del desayuno, todo era más tranquilo (quizás por falta de sueño). Teníamos todo el día por delante y en la agenda una recepción en el restaurante "SadiracQuoi" para celebrar los actos del 20º aniversario de la constitución del comité de hermanamiento (no del hermanamiento en sí, eso será dentro de un año).


Una estupenda comida y después, un pequeño grupo decidimos marchar a Burdeos y pasar de los mojitos (jeje). Así que, con María Elena como guía, nos dimos un paseo por una hermosísima ciudad a la que tengo que volver si tengo la opotunidad (que la tendré).
Visita a la catedral, al la plaza de la Victoria, al Gran teatro, al monumento a los Girondinos, y a la casa donde estuvo viviendo Goya, que es ahora sede del Instituto Cervantes.
Fotos con mimos que resultan ser madrileños, a los que deseamos mucha suerte y como final al paseo, nos metemos de lleno en Sainte-Catherine, la calle comercial de la ciudad (bufffff, que ervidero de gente, pero espectacular).


Y ya, después de un refresco en el "Cafe de les arts" (espero haberlo escrito bien), volvemos a coger el tranvía para ya, desde las orillas del río Garona, coger la furgoneta y volvernos a Sadirac para la cena, en la que un rico entrecot con patatas y una riquísima tarta de manzana nos están esperando.
Después de la cena, una gran traca de fuegos de artificio dan paso al baile, animado por un estupendo Dj, pero ya el cansancio y el saber que tenemos que madrugar nos obliga a recogernos temprano, así que a la 01:00 en la cama (esta vez sin charlas de pasillo, jeje).
Domingo, 07:00 horas, mientras yo me voy a buscar a dos mozas para que les pongan el pañuelo, Tamara ya hace rato que esta en esa labor. Y a mi vuelta, y tras hacer un par de "recadines" me tumbo a dormír un poco entre la algarabía existente debido a el tiempo justo que tenemos para estar en Lorient, donde nos espera un suculentísimo desayuno.


Después de saciarnos nos vamos a la sala Cabrales (así se llama la fenomenal sala de fiestas de Sadirac), donde me encuentro con antiguos miembros del comité de hermanamiento y del ayuntamiento, Charlie y Alain, dos grandes personas y dos buenos amigos. Asistimos a la bendición del pan y a continuación todos en procesión a la iglesia, y, durante la homilía, tengo el placer de conocer a Sonia llano, a su madre , hermanas y a sus hijas (os mando un fuerte abrazo a todas), una familia que desciende de Cabrales y a la que estoy ayudando a encontrar familiares o fotos de familiares, una familia entrañable.
Y para terminar, como es tradición, el ramo es llevado de nuevo a la sala Cabales para la subasta del ramo, y en el que todos los representantes nos recordaron la importancia de continuar con esta estupenda labor que es el hermanamiento entre nuestros municipios, además de emocionarnos recordando a impulsores y miembros del comité que ya no están entre nosotros. 


Una buena paella y un concurso de baile pònía punto final a un fin de semana estupendo, al que sólo le quedaban 538 km para volver a casa. A casa?????, qué raro!!! yo estuve todo el tiempo sintiéndome como en mi casa, y gracias, sobre todo, al gran corazón de toda la gente que año tras año vamos conociendo y que van uniéndose a esta estupenda hermandad, al estupendo trabajo del Comité y la amabilidad de todos los ciudadanos de Sadirac. Muchas gracias a todos por acogernos tan bien. Hasta pronto...!!!